ternetesternet

Hola ke pasa ke tal!

Aquí estamos, aprobechando el fuelle y el tiempo libre.

Hoy vengo a hablaros de un tema que me fascina desde la infancia... CHANCHANCHÁAAAN!

COLLECTION EDITION BARBIEEES!

Yo posando con mi modesta colección (ya me gustaría)

Para mi, este tema está totalmente vinculado con la aparición de internet en mi vida.

Cuando tenía 12 años ,más o menos, el internet empezaba a menearse tímido.

En mi casa era inconcebible, pero en el trabajo de mi padre lo había. Allí me sentaba en aquella silla de ruedas de escritorio gigante, rodeada de cables y de teles, a fliparlo con el internet lentorro de la Prehistoria.

Abrir una página web era todo un acontecimiento, daban ganas de pillarse palomitas y coca-cola mientras la cosa cargaba.

No estoy a favor de los discursos nostálgicos del "antes molaba más", salvo que sea cierto, cosa muy poco habitual (Kinder Malo > Kase O) . Pero me gusta haber vivido esa evolución tan loca y vertiginosa, como la chavalada venidera viviremos otras cosas igual de interesantes.

Bueno, a lo que íbamos. Mi única pasión por entrar en el internet era ir a la web de Barbie.com. Concretamente a la sección mágica e inalcanzable de las muñecas de colección. Lo de Petardas vino un poco más tarde.

Yo el mundo Barbie me lo tomaba muy en serio . Me aislaba horas jugando, inventando historias, cosiendo ropa, colocando escenarios...

Una vez estaba tan entretenida y me daba tanta pereza ir al baño, que hice pis en un set de tetera y tazas de porcelana de juguete que tenía en mi habitación. Seguí con mi movida más ancha que larga.

Odiaba (ahora ya lo asumo mejor) a la gente que me decía "¿ para qué quieres tantas si son todas iguales?", pues no amigxs, no!, incluso dos Barbies del mismo modelo, si te fijabas bien, son distintas entre si.

Llegué a tener más de 100. Fue lo único que pedí de regalo durante toda mi infancia y una parte pequeña (y menos pequeña de lo que reconocía en aquel momento) de mi adolescencia.

Volviendo al hilo pues, y teniendo en cuenta esta pasión que profesaba a las maniquíes enanas, las de gama más alta me enloquecían.

Las temáticas eran mucho más surrealistas y todos los detalles estaban cuidadísimos:

La Barbie Diosa de la Luna, del Sol, Barbie Sirena (pero en plan reina del carnaval de Tenerife), de los Signos del Zodíaco, de Grease, de Cher y Diana Ross (que me sonaban así de refilón), algunas con vestidos de noche dignos de alfombra roja, las clásicas de distintos países,... en general, molaban bastante.

De todas las líneas que ofertaban, mis máximas fav eran las diseñadas por el vestuarista americano, Bobbie Mackie.

Aquello era un escándalo de pedrería, hilos brillantes, ciertopelo y abalorios varios. La fantasía sin límites.

In my opinion, la joya de la corona suprema de todos los tiempos, obra también del amigo Mackie, es y será MADAME DU BARBIE.

Diez mil María Antonietas tendrían que nacer para igualar su belleza. Jamás la he visto en persona, pero dicen algunxs que hacen falta gafas 3D para acercarse a ella. Algún día será mía!, lo que pasa que vale un pastizal del bueno, pero todo se andará, ya os lo digo. En todo caso la meto en la lista de bodas, con la lámpara Tiffany y la licorera de cristal labrado.

Como curiosidad, os cuento que existen en Facebook (hasta donde mis conocimientos llegan), páginas dirigidas por adultos, que se dedican a organizar certámenes de belleza entre muñecas Barbie.

El concurso funciona de forma parecida (parecida porque por desgracia las Barbies no están vivas) a un concurso de Misses.

Los propietarios mandan sus muñecas a participar con su ropita regional, el bañador, el traje de fiesta,... la organización hace la gala, saca las fotos pertinentes, preguntan sobre Rusia,...

Hay ganadora y damas de honor. Existen categorías nacionales, mundial y universal, como en la vida misma.

Yo lo flipo en colores, estoy por rapar a la Sindy greñuda de cuando era pequeña y ponerle un traje de gallega de muñeca souvenir. A ver si por lo menos me gana el Miss Fotogenia.